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Hoy celebramos el día del libro y en el cole teníamos previstas un montón de actividades. Desde el Colegio y desde la Biblioteca escolar queremos celebrar con tod@s vosotr@s este día porque lo único que ha cambiado es el lugar donde vamos a hacerlo así que, por todos vosotros, vamos a inventarnos un día del libro diferente.
Muchos días, por la mañana, nos contamos un montón de historias, ¿verdad? y tenemos que darnos el alto porque sino no hay manera de empezar a trabajar. Pues hoy os voy a contar una historia y cómo estamos en el día del libro ...
La historia que os voy a contar es sobre mí y los libros.
Cuando yo tenia 8 años era ya una lectora empedernida. Me encantaban los libros de aventuras y especialmente los de misterio. Encontrar un libro de misterio para mi edad era muy complicado. Ahora tenéis la suerte de que hay un montón de autores buenísimos que escriben de todas las temáticas y para todas las edades libros superinteresantes y divertidos. En aquella época además de los fabulosos libros de Julio Verne, los cuentos de Oscar Wilde, Michael Ende, Mark Twain, Dr. Seuss, Lewiss Carroll y algunos más estaban Los Cinco, Elige tu propia aventura... . Hoy tenéis una suerte inmensa de poder elegir entre infinidad de libros.
Os sigo contando...
Os decía que me encantaban las novelas de misterio. Pues un día, por casualidad, que es cuando suceden las cosas realmente importantes, cayó en mis manos un libro de Agatha Christie. El libro no tenía dibujos, con excepción de la portada, la letra era muy pequeña y no había nada en el libro que fuera atractivo para empezar a leerlo y, como siempre he mirado con las gafas mágicas y he sabido que lo realmente interesante no se puede ver a simple vista, no lo dejé tirado en la estantería, sino que lo empecé a leer.
Aún recuerdo mis momentos de lectura en casa de mi abuela en donde me quedaba a dormir muchos fines de semana. Tenía una cocina de carbón y yo me sentaba, allí, en la encimera apoyada contra los azulejos de la cocina. Ese día no sé cuánto tiempo pasó, recuerdo que me llamaron a cenar y yo seguía inmersa, como la mejor detective del mundo, en resolver el caso antes que el detective Poirot. Después de la cena volví a mi lugar particular de lectura pero al rato llegó mi abuela recordándome que era hora de acostarse. Disimuladamente metí el libro debajo del camisón y me lo llevé conmigo. ¡Cómo me gustaba leer a escondidas, era toda una aventura!...Ya os imaginaréis que no me dormí hasta que llegué al final y, aunque me cueste reconocerlo, ese día el gran detective Poirot descubrió al culpable antes que yo. Fue toda una decepción pero también un reto.
Al día siguiente era sábado y vino mi padre a recogerme por la mañana. De regreso a casa le pedí que me dejase entrar en la librería que estaba al lado de mi casa, la Mercantil. Nada más entrar, a la izquierda, tenía una especie de estantería de metal y estaba llena de libros de Agatha Christie. Mis ojos se abrieron como platos al verla. Le dije a mi padre si podía llevarme uno y asintió. No miré la portada, ni el título, con los ojos cerrados cogí uno al azar y los abrí cuando lo tenía en la mano, comprobando que no era el mismo que había leído esa noche. Ya os imaginaréis como fue esa tarde de sábado.
Dos días a la semana, a partir de ese momento, iba a ver a Maria Luisa, que así se llamaba la librera de la Mercantil y me llevaba otro libro.
Cuando leía, tomaba notas en una pequeña libreta que había comprado. En ella iba añadiendo todas las pistas que iban surgiendo así como los sospechosos, como lo haría el mismísimo Poirot. Cuando ya tenía un montón de pistas acumuladas y no sabía por donde seguir dejaba el libro y me levantaba con libreta en mano paseando por el pasillo analizando una y otra vez aquellas pistas.
No recuerdo cuantos libros había leído cuando empecé a resolver los casos antes que el detective belga o la señorita Marple, pero si recuerdo algo, cada libro era un nuevo desafío y una nueva aventura.
Hoy, esos libros están en mi trastero, en una caja muy grande de cartón. No me he querido deshacer de ellos porque forma parte de esos tesoros que vamos guardando cuando somos niños. Aunque todo lo que había en esos libros ya no está dentro de sus tapas duras, sino que está dentro de mí.
Solamente un consejo, cuando cojáis un libro buscad en vuestros cajones esas gafas mágicas, llenas de polvo, porque solo con ellas conseguiréis que sea el libro el que viaje a vosotros.
¡Suerte en el viaje y empezamos la aventura!
Os dejo dos ejemplos de gafas que podéis dibujar y recortar por si sois tan desordenados como yo y no encontráis las vuestras en el cajón.
Como veis esos dos pares de gafas, unas decoradas y otras no, son las gafas que haríamos cuando nos piden dibujar unas.
Yo os propongo algo y pensad: ¿Por qué unas gafas han de ser simétricas? ¿Por qué han de seguir el mismo esquema ?
Las primeras gafas se crearon en el siglo XIV y eran así:
Les faltaban las patillas que las incorporaron en el siglo XVIII.
Como podéis ver son muy parecidas a las gafas que utilizamos en la actualidad.
Así que yo os propongo una actividad creativa. Aunque el día 23 de abril es el día del libro, lo deberíamos considerar el día de la creatividad y en ello se engloban otras ramas del arte como la pintura, el cine que es la representación audiovisual de ese libro que estamos leyendo...
Pues la actividad que os propongo es la siguiente y es tanto para infantil como para primaria:
Cerrad los ojos e imaginad, sin pensar en las gafas que conocemos, ¿cómo podría ser un objeto que usándolo pudiéramos ver el mundo con otra mirada?
Ahora coged una hoja de vuestra libreta, un folio o incluso el cartón de unos cereales terminados y diseñadlo.
Cuando lo terminéis, sacad una foto de vuestra creación y enviarla a esta dirección de correo:
bibliotecaescolarteodorocuesta@gmail.com
En el asunto del email ponéis "objeto mágico".
En el texto debe figurar el nombre del/a alumno/a, su curso y aquello que desea conseguir con ese objeto, porque recordad que es mágico y ademas de ver puede usarse para oír, oler... como, por ejemplo, "deseo escuchar lo que el manzano le dice a la manzana que se acaba de soltar de sus ramas" y también podéis compartir con todos los demás aquello que le dice.
Todo lo que me enviéis lo colgaré en una zona de la página con vuestro nombre y curso. Esa zona la llamaremos el museo de la imaginación que de momento esta triste y solo, esperando convertirse en el museo más creativo del mundo.
La foto me la mandáis como adjunto en el correo.
Otra actividad que os propongo, desde la biblioteca, para el día del libro,
es para los cursos a partir de tercero de primaria.
Y la actividad es la siguiente:
Yo os conté mi historia con aquellos libros que me engancharon cuando era peque.
Os propongo que cada un@ de vosotros nos cuente una historia sobre ese libro, que nos impactó tanto, que nos hizo ver el mundo de otra forma.
L@s que os apetezca podéis enviarme la historia y yo crearé un libro con todas las historias que me enviéis, que colgaré en la zona de la librería secreta.
Me lo hacéis llegar al correo que os he puesto antes: bibliotecaescolarteodorocuesta@gmail.com
En el asunto ponéis "Mi libro"
En el texto debe figurar el nombre del/a alumno/a, curso e información sobre el libro que me habláis, así como el título y me enviáis la historia como adjunto.
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